Publicado el 09 de junio de 2020.

Rodrigo Caballero necesita un día de 30 horas. A sus actividades académicas como Director de Ingeniería en Computación e Informática y profesor de la Facultad de Ingeniería de la UNAB, se suma su ocupación como doctorante en Spenta México, prestigiosa institución de educación de ese país. El profesor Caballero tiene amplia experiencia en el plano internacional, con estudios en Georgetown University (EE.UU.) y en la Universidad Europea de Madrid (España), donde realizó un MBA hace algunos años.

Compatibilizar trabajo, docencia, estudios y familia no ha sido algo sencillo, ya que se «se requiere mucha disciplina». Sin embargo, algo positivo de su actual programa de estudios es que lo está cursando a distancia: él desde Chile, y su profesor guía (el Dr. José Luis Abreu) desde la ciudad de Monterrey.

Esto demuestra que el hecho de permanecer en nuestro país no es un impedimento para acceder a una experiencia internacional y que incluso en estas circunstancias es posible generar redes de colaboración internacional.

«La clave de participar en un programa internacional consiste en generar redes de colaboración. Puedes involucrar a colegas desde el extranjero en tus proyectos y generar los contactos para participar de iniciativas internacionales», sostiene.

Precisamente, Caballero llegó a este programa doctoral gracias a la colaboración con colegas de la Facultad de Ingeniería de nuestra universidad que ya se encontraban realizando estudios en este plantel mexicano. «Diversos académicos de la UNAB han realizado o cursan doctorados en Spenta México, lo que demuestra que existe un profundo vínculo con dicha institución».

Actualmente, su área de investigación doctoral consiste en desarrollar modelos de información que adoptan conceptos de Gobierno Abierto. «Los fundamentos del Gobierno Abierto buscan acercar la alta dirección pública a los ciudadanos, mediante mecanismos de transparencia, rendición de cuentas, participación ciudadana, tecnología e innovación», profundiza.

Estas mismas directrices se pueden aplicar entre las gerencias y colaboradores, para co-crear dentro de las organizaciones públicas o privadas. Existen muchas instituciones públicas, fundaciones, ONGs y entidades académicas involucradas en este modelo de gobierno abierto.

«Por mi parte, busco aportar con innovación tecnológica que sirva de instrumento para la aplicación de estos principios, incluyendo también la manera de realizar seguimientos, medir sus impactos y predecir indicadores asociados», finaliza.

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